Lo Virtual y Sus Efectos En La Identidad Adolescente
Psic. Sandra Gabriela Hernández Sánchez
Caute
Resumen
El siguiente trabajo se propone como un primer acercamiento desde distintas miradas y autores a la actualidad de los adolescentes, quienes buscan y construyen su identidad en constante interacción e intercambio con el mundo de lo virtual, siendo este usado como un medio creativo de expresión y de socialización a través del cual buscan reafirmarse a sí mismos. Al adentrarnos en el tema planteamos distintas preguntas respecto de los efectos positivos como negativos derivados de este fenómeno moderno acrecentado en los últimos meses por la pandemia mundial, efectos que vienen cobrando mayor presencia tanto en la vida diaria como en la clínica actual con adolescentes, lo que nos demanda como si de un lenguaje se tratara, entenderlo e incluso hablarlo.
Introducción
Adolescencia palabra que deriva del latín Adolescens “joven” y Adolescere “crecer”, termino con el que identificamos la etapa del ciclo vital que pone fin a la pubertad y que a su final dará paso a la juventud. Una etapa de cambios y crecimiento acelerado, una etapa de búsqueda constante en la que siempre hay algo que encontrar, construir y lograr. Por ejemplo la construcción de la Identidad misma. Respecto de este concepto el psicoanalista Francois Ladame (1999) explica y propone:
La noción de identidad remite al narcisismo, al investimiento libidinal de sí, positivo o negativo, a las identificaciones inconscientes y a los conflictos identificatorios. De allí, en referencia al narcisismo y a la adolescencia, la siguiente hipótesis: es el investimiento positivo de la representación de sí el que da un sentimiento de identidad. Este permite, cuando es suficientemente estable y sólido, tomar el riesgo de comprometerse, con cuerpo y alma, en una relación con un otro diferente y diferenciado de sí, sin perderse en ella. (p. 406)
Esto visto como un logro, en condiciones en las que el o la adolescente logra construir su identidad de manera exitosa. Ladame (1999) también propone que la identidad representa un tope necesario para limitar lo individual de lo colectivo y así preservar la individualidad. Explicando que
La identidad constituye en no menor medida una limitación al oponerse al ideal de completud (“aceptar que yo soy X significa que no soy Y”). Estas perspectivas dobles hacen de la identidad una noción profundamente paradojal: por un lado, es una condición previa al reconocimiento, y por ello a la aceptación de la alteridad y de la complementariedad. (p. 406)
Lo que le permitirá al adolescente comprender que ser el o ella misma es algo positivo, que ser diferente al resto o no ceñirse a los estereotipos de su generación no es motivo de exclusión, o al menos no debería serlo. Fácil de decir, pero complejo de sostener ante el imperioso deseo de pertenecer y formar parte de un grupo social, llevándolos a asumir aquellas características consideradas como ideales y seguir la moda, de estereotipos globalizados por medio del mundo de lo virtual, fomentando que los adolescentes busquen mostrar una apariencia que sigue estándares tanto socioeconómicos como de belleza física hipersexualizada, que al ser difícilmente alcanzables sienten la necesidad de recurrir a procedimientos estéticos o al retoque digital de fotografías.
Alcanzar popularidad y tener la capacidad de influenciar en redes sociales tales como Tik Tok, Facebook, Snapchat y Youtube principalmente, es visto por los jóvenes como un logro importante, querer ser “influencer” o “youtuber” ahora es considerado entre las respuestas a la típica pregunta ¿Qué quieres ser de grande?. La influencia y la popularidad en el mundo virtual ahora también son aspectos a considerar al momento de elegir pareja, pues se considera que un número elevado de seguidores hace mayormente atractiva a una persona. Todo esto exponiéndoles a construir una identidad dependiente de la mirada y aceptación externa, cuya autoestima podrá verse determinada por el número de likes (me gusta) y followers (seguidores) que poseen en sus redes sociales. Haciéndoles vulnerables a situaciones de riesgo, como algunos de los mencionados en el informe elaborado en 2018 por la OEA y el Instituto Interamericano del Niño, Niña y Adolescentes (INN), como son el Ciberbullying o acoso virtual y Grooming (acoso por parte de un adulto que haciéndose pasar por otro menor de edad obtiene fotografías y videos íntimos con el propósito de extorsionar o explotarme sexualmente) por mencionar algunos, así como al posible desarrollo de distintas afectaciones emocionales (p. ej. ansiedad, dismorfia corporal, depresión, adicción a las pantallas, autolesion, suicidio etc.) lo que facilmente nos puede llevar a cuestionar ¿Qué tan saludable puede ser la identidad que construye un adolescente en contacto constante con el mundo de lo virtual? ¿De qué factores depende que el uso de lo virtual no sea nocivo?
Países como Reino Unido, Francia y Noruega ante esta situación han decidido que es necesario legislar en materia del uso de imágenes y fotografías editadas o retocadas digitalmente por parte de Influencers y marcas en redes sociales. Las cuales no podrán ser publicadas sin una leyenda que lo especifique, esto de acuerdo con una nota del periodico Excelsior (2021) donde también se lee que de acuerdo a una encuesta realizada por la firma inglesa Girlguiding, el 48% de mujeres, entre 11 y 21 años, utiliza filtros en redes sociales para lograr una mejor apariencia. Y que el 54% considera haber visto anuncios en redes que las ha hecho sentirse presionadas por tener una mejor apariencia. A propósito de este deseo de perfección, me permito citar al Dr. Luis Tamayo quien en su segunda participación en el Seminario Internacional de Psicoanálisis, del que se genera el presente Coloquio, compartió la siguiente frase “Los humanos no podemos soportar la perfección, es por eso que, como indica Lacan, no hay nada más maravilloso que saberse vulnerable, saberse con falta para que emerja el deseo.”
Para entender la influencia y los efectos que ha tenido lo virtual en las y los adolescentes, refiriéndonos al uso que dan a plataformas de video y redes sociales (Youtube, Facebook, Instagram, Tiktok etc.) principalmente y desde dispositivos móviles, es necesario conocer primero lo que esto constituye y la forma en que se relacionan con ello. El filósofo Michel Serres en su libro Pulgarcita (2013) así titulado por la forma y velocidad con la que los adolescentes escriben en sus dispositivos móviles, usando únicamente sus dedos pulgares con gran velocidad y destreza. Reflexiona al respecto:
Estos niños viven, pues, en lo virtual. Las ciencias cognitivas muestran que el uso de la Red, la lectura o la escritura de mensajes con los pulgares, la consulta de Wikipedia o Facebook no estimulan las mismas neuronas ni las mismas zonas corticales que el uso del libro, de la tiza o del cuaderno. Pueden manipular varias informaciones a la vez. No conocen ni integran, ni sintetizan como nosotros, sus ascendientes. Ya no tienen la misma cabeza.
Por el teléfono celular, acceden a cualquier persona; por GPS, a cualquier lugar; por la Red, a cualquier saber: ocupan un espacio topológico de vecindades, mientras que nosotros vivíamos en un espacio métrico, referido por distancias. Ya no habitan el mismo espacio (2013, p. 21).
Por su parte Duart (2008, en Levy, 1999) sostiene que es posible entender a la virtualidad como un espacio creativo por los nuevos significados que genera y donde lo que se ve mayormente transformado es el potencial comunicativo y de interacción, pues lo virtual establece una relación distinta para el uso de las coordenadas espacio y tiempo, permitiendo superar barreras espacio temporales y en cuanto al volumen y posibilidades inimaginables que brinda. Así es que considero necesario evitemos polarizar nuestra perspectiva respecto a lo virtual, claramente no todo el contenido puesto ahí es de utilidad, la “Shitstorm” como Byung Chul-Han (2014) denomina al contenido en internet carente de sentido, es real, pero no lo es todo.
Por ello propongo en este primer acercamiento, considerarle como una forma de expresión creativa con el potencial de generar un lenguaje propio, que en ocasiones bien se podría considerar una forma de expresión performática compleja, y que servirá para comunicar esa identidad en desarrollo y construcción constante para los adolescentes que hagan un uso proactivo de lo virtual y no únicamente de consumo pasivo.
Lo virtual llegó para quedarse, y sería muy ilusorio pensar que la prohibición y la hipervigilancia de estos medios sería una solución, pero entonces ¿Cómo se puede fomentar un uso proactivo y creativo de lo virtual? desde mi punto de vista como psicóloga , veo de vital importancia que los adolescentes no se queden solos en lo que a vínculos familiares y sociales se refiere, darles herramientas de autocuidado, mantener una vida nutricia en el “mundo real” que les permita tener un marco de referencia desde el cual puedan consultar, informarse, cuestionar y establecer su propio criterio y límites personales, para posteriormente poder elegir de manera consciente, los contenidos que consumen y los vínculos virtuales que generan.
Por otra parte, y tomando en cuenta que la presente mesa de discusión lleva por nombre “La Clínica Contemporánea con la Infancia y Adolescencia Actual” veo pertinente realizar algunas reflexiones respecto a la demanda que presenta lo virtual a la clínica, tanto a la clínica psicoanalitica como psicoterapeutica. Lo virtual hoy en día, sabemos, forma parte de las vivencias y contenidos discursivos de los consultantes o pacientes. Incluso hace apariciones durante las sesiones, por ejemplo interrumpiendo el discurso del paciente como un buen aliado de sus resistencias “...Me ha llegado un mensaje urgente, tengo que contestar….” o como una fuente de ansiedad, que discretamente llama su atención hacia su dispositivo móvil en la espera de nuevas notificaciones. Pero también en ocasiones este lenguaje de lo virtual, llega a dar elementos que al paciente le permiten expresar mejor una idea durante una sesión, mostrando a su terapeuta su celular, invitando a ver una pequeña parte de su mundo virtual, una fotografía, un video incluso una conversación ...Mira este meme (imagen popular “viral” acompañada de algún texto o frase breve de tipo humorístico) que me envió, por eso me sentí así... De acuerdo con Urribarri (2012) “El analista debe jugar, tanto en el sentido teatral y musical como lúdico, en función de los escenarios desplegados en la singularidad del campo analítico. Puesto que el inconsciente «habla en diferentes dialectos» el analista debe ser «políglota».”
¿Qué tanto hablamos el idioma de lo virtual?, ¿Cómo le recibimos y escuchamos a lo virtual cuando llega a consulta?, ¿Nuestros métodos nos permiten integrar estos elementos?, ¿Es posible hacer un uso terapéutico de esto? Lo virtual se hace presente en el espacio clínico sin lugar a dudas, plantea nuevos retos a los psicólogos y psicoanalistas y considero nos deja varías preguntar por hacernos y seguir reflexionando.
Han, B.-C. (2014a). En el enjambre. Barcelona: Herder.
Ladame, F. (1999). ¿Para qué una identidad? O el embrollo de las identificaciones y de su reorganización en la adolescencia. Revista de Psicoanálisis APdeBA. (Vol.XXIII No. 2), 2001
Levy, Pierre. (1999) ¿Qué es lo virtual? Editorial: Paidos Iberica. 126 pp. España.
Organización de los Estados Americanos.,Instituto Interamericano del Niño, la Niña y Adolescentes.(2018). Informe Regional “Lineamientos para el empoderamiento y la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes en Internet en Centroamérica y República Dominicana”.http://www.iin.oea.org/pdf-iin/2016/publicaciones/InfRegional-ESP008-WEB.pdf
Roncallo, S. (2015). Muchedumbre, artes y política: Byung-Chul Han y las racionalidades comunicativas contemporáneas. Palabra Clave, 18(2), 305-311. https://doi.org/10.5294/pacla.2015.18.2.1
Redacción. (2 de julio de 2021).Noruega va contra fotografías retocadas de influencers y marcas. Excelsor.https://www.excelsior.com.mx/global/noruega-va-contra-fotografias-retocadas-de-influencers-y-marcas/1457997
Serres, M. (2013). Pulgarcita. México: Fondo de Cultura Económica.
Urribarri, F. (2012). André Green. El pensamiento clínico: contemporáneo, complejo, terciario. Revista uruguaya de Psicoanálisis (en línea) (114),154-173.
Por Diana Guerra. Directora de CAUTE y psicoanali...
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